CAPÍTULO SÉPTIMO:
LA TRANSICIÓN EN ESPAÑA: SEGUNDA PARTE
Adolfo Suárez Presidente de Gobierno. Ley para la Reforma Política. “Abajo los disfraces, se acabó el carnaval”.
A los pocos días del relevo en Málaga, otro más importante se efectuaba en las alturas del Estado:
El día 1 de Julio de 1976 el rey forzó la dimisión de Arias Navarro por su incapacidad para resolver o enfrentarse a los graves problemas de orden público, además de su negativa a desmontar el régimen franquista.
Don Torcuato Fernández Miranda, presidente del Consejo del Reino logró que Adolfo Suárez figurase en la terna de candidatos a la presidencia del Gobierno. Y el día 6 de Julio de 1976 (veinticuatro horas después de haber jurado su cargo ante el Rey, y antes de haber constituido gobierno), Adolfo Suárez tuvo el acierto de comparecer en televisión. Sus palabras sorprendieron a muchos:
“Sólo quiero decir que las preocupaciones de la nación son mis preocupaciones. Si a los españoles les preocupa encontrar un trabajo adecuado, o que aumente el paro, a mí también. Si les preocupa, a pesar de todas las explicaciones estadísticas, la subida de los precios, a mí también. Si les preocupa encontrar en algunas zonas un puesto escolar adecuado para la educación de sus hijos, a mí también. Si la sociedad española aspira a una normalización democrática, creo que nuestra obligación es tratar de conseguirla.
El gobierno que voy a presidir no representa opciones de partido, sino que se constituirá en gestor legítimo para establecer un juego político abierto a todos. La meta última es muy concreta: que los gobiernos del futuro sean el resultado de la libre voluntad de la mayoría de los españoles, y para ello solicito la colaboración de todas las fuerzas sociales del país”.
A continuación expuso un programa muy claro basado en dos puntos:
PRIMERO:
Elaborar una Ley para la Reforma Política. Ley que, aprobada por Las Cortes y Refrendada por el pueblo, permitiera abrir un proceso constituyente con el fin de implantar en España un sistema de democracia liberal.
SEGUNDO:
Convocar elecciones democráticas antes del 30 de junio de 1977.
Al día siguiente, 7 de Julio, Santiago Carrillo escribía en “Mundo Obrero”: Reconozco que las palabras de Suárez en televisión fueron sensatas. Y, el “Socialista”, órgano del PSOE, el 10 de Julio editorializaba: “El proceso de democratización del país pasa por la desaparición de las instituciones antidemocráticas que han servido de sostén para el régimen. En esto, aunque parezca paradójico, puede resultar útil el nombramiento de un presidente del Gobierno que no fue protagonista de la guerra civil, sin un pasado políticamente relevante, que procede del Movimiento y que, por conocerlo perfectamente, al igual que el ministro de Sindicatos conoce la Organización Sindical verticalista, puede ser un buen arquitecto para derribar las instituciones que hasta ahora han venido cerrando los caminos de la libertad”.
Pero la mala acogida que en España se dispensó al nombramiento, se tradujo en las dificultades que encontró Adolfo Suárez para formar gobierno. Fraga se negó en redondo a seguir en el gabinete. De nada sirvió una llamada personal del Rey. Hasta su mujer le reprochó que estuviera tan tajante con don Juan Carlos. Pero (como todos saben) era imposible, por cuestión de liderazgo, que Fraga y Suárez se entendiesen. Areilza, quien, hasta el final se creía que sería incluido en la terna y por supuesto el designado para Presidente de Gobierno, también se negó a seguir en Asuntos Exteriores a las órdenes de Suárez. Al poco tiempo se arrepintió y quiso dar marcha atrás, pero Suárez ya tenía a Marcelino Oreja. Garrigues, que había sido Director General de Registros y Notariado con la Segunda República, luego embajador en Washington y en el Vaticano con la Dictadura, y Ministro en la nueva Monarquía, consideró que su currículo estaba completo. Para resolver este grave problema de formar gobierno, Adolfo Suárez contó con la ayuda de Alfonso Osorio. Osorio le montó a Suárez un gobierno de raíces democristianas, al que muchos calificaron de “Gobierno de penenes”. Incluyó además a Rodolfo Martín Villa que, de Relaciones Sindicales pasaba ahora a desempeñar la cartera clave en ese momento: Gobernación, denominada de Interior.
A partir de aquí comenzó de verdad la Reforma en España. Pero no iba a resultar fácil: El mismo 5 de julio comenzaba una semana de movilizaciones en toda España exigiendo la amnistía. Y el día 30 el gobierno aprueba un decreto-ley concediéndola. Luego se ampliaría todavía más. El 28 de julio el Partido Comunista celebra en Roma un acto presentando a los miembros del Comité Central, muchos de ellos residentes en España y, hasta entonces emboscados: Ramón Tamames. Pilar Bravo y Marcelino Camacho.
En Agosto son reintegrados a sus cátedras en la Universidad José Luis López Aranguren, Agustín García Calvo y Tierno Galván. En septiembre se llevó a cabo una reunión cumbre de toda la oposición en el hotel Eurobuilding. Hay un paro generalizado en el País Vasco. Dimite el teniente general Fernando de Santiago y Díaz de Mendívil, vicepresidente primero del Gobierno, porque estaba en contra de la legalización de las organizaciones sindicales hasta entonces clandestinas. Suárez nombra en su lugar al teniente general Manuel Gutiérrez Mellado. Pero el mayor de los obstáculos surge el día 8 de Octubre de 1976 cuando el Consejo Nacional del Movimiento rechazó el Proyecto de Ley para la Reforma Política. Para que ese Proyecto pasase a las Cortes, antes era preceptivo el dictamen del Consejo Nacional del Movimiento. Menos mal que, siendo preceptivo, no era vinculante. Sería muy extensa la exposición de todo el proceso hasta llegar a la aprobación de la Ley para la Reforma Política. En pocas palabras, diremos que: Frente a la oposición de los ultras con Blas Piñar y José María Fernández de la Vega a la cabeza, replicó magistralmente Fernando Suárez, ex ministro de Franco. También Alianza Popular, a través de Cruz Martínez Esteruelas (ya que Manuel Fraga no era miembro de la Cámara) con un extraordinario discurso que produjo un impacto enorme en la Cámara, obligó al Gobierno de Suárez a intensísimas negociaciones para desbloquear la situación. Hasta que por fin, en una sesión histórica que se levantó a las 21,35 del 18 de Noviembre de 1976, el secretario de las Cortes, don Tomás Romojaro, dio cuenta del resultado de la votación: votos afirmativos, 425; votos negativos, 59; abstenciones, 13. Y estalló un aplauso cerrado en las Cortes. El Gobierno se puso en pie. Suárez y sus ministros a punto de llorar. Dicho en dos palabras, las Cortes acababan de aprobar esta gran idea.
A saber, que: El pueblo español era el único depositario de la soberanía nacional y nadie era quien para escamoteársela.
Al día siguiente, en el diario vespertino “El Alcázar”, órgano de la Confederación Nacional de Combatientes, dirigido entonces por Antonio Gibello, Antonio Izquierdo publicaba un artículo bajo el epígrafe “La ventana indiscreta. Nobleza obliga”, diciendo:
“Una ventaja sí advierto en la España “un poco desolada”, al decir de José Antonio Girón: que el confusionismo cede a la claridad y, poco a poco, lentamente, cada cosa, persona o institución vuelven a su ser y a su identidad primaria. Se acabó el carnaval: ¡abajo los disfraces!”.
El 18 de Noviembre de 1976 Las Cortes Españolas, en sesión plenaria, habían aprobado el Proyecto de Ley para la Reforma Política, de rango fundamental. Ahora había que someterlo a Referéndum. ¿Por qué? Pues porque hasta entonces nuestra constitución eran Las Leyes Fundamentales, y, entre ellas, la Ley de Sucesión. Esta Ley de Sucesión en su artículo 10º enumera las Leyes Fundamentales y dispone que: “Para derogarlas o modificarlas será necesario, además del acuerdo de las Cortes, el Referéndum de la Nación”.
Y así el día 24 de Noviembre aparecen en el BOE dos Reales Decretos:
Uno de la Jefatura del Estado, firmado por Juan Carlos Rey: Real Decreto 2.635 /1976 de 24 de Noviembre.
El otro de la Presidencia de Gobierno, firmado por Alfonso Osorio, ministro de la Presidencia: Real Decreto 2.636 / 1976 de 24 de Noviembre.
En este segundo Decreto se establecía la fecha para el Referéndum (15 de Diciembre) así como otras normas procedimentales.
A partir de aquí, alguien dijo: "Se acabó la Retórica, ahora comienza la Democracia".
Daba comienzo una campaña de información al pueblo, previa al Referéndum que se celebraría el 15 de Diciembre de 1976.
Al pueblo de Campillos se le informó en el cine Cruz Blanca. Lo hizo Paco de la Torre quien se acercó a darnos una conferencia y contestar a cuantas preguntas le hicieron los allí presentes.
Pero hay algo que no puede ni debe silenciar la historia. Me refiero a la actitud adoptada por la oposición democrática: Mientras el Gobierno de Suárez nos machacaba con el slogan de “Habla, pueblo, habla”, además de consentir en Madrid el 27º Congreso del PSOE (celebrado en Diciembre de 1976 con la asistencia de líderes europeos como Willy Brandt, François Mitterrand y Olof Palme), los partidos democráticos solicitaban al pueblo una “abstención activa”. Y así hubo pintadas que decían “No votes”. Entonces, el Ministerio del Interior con Rodolfo Martín Villa al frente, envió funcionarios brocha en mano, no para que borrasen las pintadas, sino con el fin de aprovecharlas “sabiamente” añadiéndoles otro “no”. Y así resultaba que decían: No votes "No”.
¿Cómo estaba el ambiente los días previos al Referéndum? Muy raro. El GRAPO tenía secuestrados a Antonio Mª de Oriol y Urquijo y al teniente general Villaescusa, bajo la amenaza de asesinarlos si el Gobierno no liberaba a 15 presos de los suyos.
Paco de Lucía fue agredido en Madrid el mismo 15 de Diciembre.
El Referéndum celebrado el 15 de Diciembre arrojó los siguientes resultados:
Nº. de votantes……………17.599.562………….77,72%
Abstención……………….5.044.728………….. 22,28%
Votos en blanco…………..523.457…………. 2.97%
Votos válidos……………. 17.546.739…………. 99,70%
Votos nulos………………52.823…………. 0,30%
Votos afirmativos………..16.573.180…………. 94,17%
Votos negativos………….450.102…………. 2,56%
Población de derecho: 36.012.701 de habitantes.
Mesas: 42.428.
Electores: 22.644.290.
El pueblo español demostró que sabía lo que le convenía para seguir adelante y en paz. Adolfo Suárez agradeció al Pueblo Español su comportamiento y participación en el Referendum.
Ganaba el sentido común. Ganaba España.
Hasta el momento se venía cumpliendo impecablemente aquella norma establecida por don Torcuato Fernández Miranda: “Desde la ley a la ley, a través de la ley”.
2.- Nuevo espectro político. Secuestro de Oriol y Urquijo y del general Villaescusa. Legalización del PCE (9 de Abril de 1977).
Aprobada en Referéndum la Ley para la Reforma Política, quedaba abierto el camino hacia unas elecciones generales y libres. Pero antes de llegar al 15 de Junio cuando se celebraron, Suárez tuvo que resolver problemas cruciales. Para que la oposición aceptase todo el proceso de la transición política, proceso llevado a cabo sin su participación, Suárez tuvo que abordar temas muy delicados como fueron los pactos con la oposición antifranquista y la legalización de los partidos políticos, lo que se hizo mediante el Decreto-Ley de 8 de Febrero de 1977. Hubo que modificar la Ley de Asociaciones Políticas y reformar el Código Penal, porque consideraba delito digno de sanción la pertenencia a los partidos políticos.
El resultado fue una inmensa pléyade de partidos políticos de izquierda, de centro y de derechas:
En la extrema derecha estaban pequeños grupos como Fuerza Nueva, CEDADE y Falange Española. No aceptaban el sistema democrático. Querían mantenerse en el Franquismo.
En la Derecha: Alianza Popular (AP) que fundó Fraga, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Pacte Democràtic per Catalunya (PDC), donde se encuadraba como grupo mayoritario Convergencia Democrática de Catalunya de Jordi Pujol.
En el Centro: Unión de Centro Democrático (UCD) partido creado por Suárez, muy heterogéneo, formado por liberales, democristianos, socialdemócratas y algunos que otros militantes franquistas.
En la Izquierda: El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de ideología entonces exaltada izquierdista y políticamente muy pragmática. Ha sido y es el partido mayoritario de la izquierda española. En cuanto al PCE, Suárez tenía que salvar dos escollos; el ejército y el Tribunal Supremo, además del “búnker”, por supuesto (Blas Piñar, José Antonio Girón de Velasco, junto con una gran pléyade de oficiales del ejército). En el campo del ejército, para neutralizar la potencia del entonces Vicepresidente para asuntos de la Defensa, el general Fernando de Santiago, se valió de los generales Manuel Díez Alegría y Manuel Gutiérrez Mellado, quienes trataron de demostrar al ejército que la normalización de España no supondría ni la revolución ni la anarquía. En cuanto al ámbito jurídico, hubo que remitir al Tribunal Supremo la documentación del PCE. Y cuando el TS dictaminó que no se contravenía la legalidad, fue cuando el gobierno de Suárez decretó la legalidad del PCE, el 9 de Abril de 1977, viernes santo, aprovechando que el país estaba en Vacaciones de Semana Santa.
Además del PSOE y el PCE, militaban en la izquierda Ezquerra Republicana de Catalunya (ERC), un partido de izquierdas y nacionalista, que había sido hegemónico durante la segunda República. Estaba también Euskadiko Ezquerra, partido nacionalista marxista vasco, conformado por un grupo de activistas del grupo terrorista ETA político-militar que, abandonando las armas, decide formar un partido político. Años después se integró en el PSE-PSOE.
Finalmente, en la extrema izquierda, toda vez que el PCE se había legalizado, restaban unos cuantos partidos que se sumaron a la política activa con poco éxito, como fue el caso de: MCE, PTE, ORT, y algunos más.
Adolfo Suárez se había entrevistado con Felipe González en Agosto de 1976, encontrando en el secretario general del PSOE un talante proclive a su proyecto político. A partir de ese momento el problema pivotaba en la legalización del PCE, máxime desde septiembre de 1976 cuando los mandos más destacables del ejército le habían manifestado a Suárez su terca y frontal oposición a la legalización del PCE. Por ello, después de dar los pasos que hemos explicado más arriba, aquel viernes Santo, 9 de Abril de 1977, el Gobierno de España, sudó la gota gorda.
El ministro de Gobernación, Rodolfo Martín Villa, quiso conocer qué pasaba aquel día en toda España y pulsó, pueblo por pueblo, a través de los Gobiernos Civiles.
Como alcalde entonces de Campillos, puedo contar lo que viví. El gobernador, don Enrique Riverola, aquella misma tarde nos citó a todos los alcaldes de cabecera de comarca de la provincia de Málaga. La citación era por separado. Con el gobernador nos entrevistábamos de uno en uno, con un tiempo aproximado de un cuarto de hora. Al terminar con un alcalde, no entraba el siguiente, sino que había un tiempo muerto de diez a quince minutos. Quiere decirse que el Gobernador, después de escuchar a un alcalde, comunicaba con el Ministerio de la Gobernación, donde se supone que recababan los informes concretos y personales que se iban pulsando pueblo a pueblo, o comarca por comarca, en toda España.
Al alcalde de Campillos se le citó para las cinco de la tarde. Cuando llegué al edificio de La Aduana, me encuentro con el alcalde de Ronda, Paco de la Rosa (hijo de don Juan de la Rosa, Presidente de la Caja de Ahorros de Ronda), muy tranquilo. Cada uno llevaríamos alguna cosa para contarle al gobernador, pero aquella primera impresión nada más vernos me transmitía normalidad. Enseguida entró Paco de la Rosa. Estuvo algo menos de media hora. Salió y se fue. Mientras don Enrique Riverola estaba transmitiendo a Madrid la información sobre la comarca de Ronda, tuve que esperar justo un cuarto de hora. Algunos recordarán que la entrada al despacho del gobernador tenía doble puerta. Cuando llegó mi turno, después de abrir y cerrar dos puertas, me encontré con aquel catalán que era don Enrique Riverola, un hombre muy listo y en aquellos momentos rápido y muy directo en las preguntas. ¿Cómo está Campillos, César?, quiso saber. Y comencé diciendo:
-Mire usted, don Enrique. Si yo tuviera el salero y la gracia que tiene el alcalde de Teba, Miguel Galán Escalante, le contestaría: ¡Campillos, igual que siempre: el mozo a la moza y el viejo a la vieja!
Y al observar que el gobernador agradecía aquel talante distendido, añadí:
-Por supuesto no hay tronío de cohetes. Pero Campillos sigue igual.
-¿En todas partes?
- Creo que sí, don Enrique.
Y ya le expliqué que en el pueblo yo no había observado signos de alborozo ni tampoco indignación. Le comenté que yo me llevaba muy bien con la clase obrera de izquierdas y que los comunistas seguían siendo los mismos, ni uno más ni uno menos, además de ser gentes tan dignas y normales como los demás. Por supuesto que Campillos estaba informado sobre la legalización del PCE. Lo que se hablara y discutiera en cada casa, al alcalde ni le llegaba ni le importaba. A nivel de calle o de espacios públicos, reinaba la tranquilidad. Sí tenía noticias de que en el Casino de la calle Real (en ese mismo edificio vivía yo) se oían voces y alguna que otra maldición contra Adolfo Suárez, en medio de la lógica controversia. Pero este dato (para mí) era muy significativo. El que existiera controversia, puesto que se oían voces acallando a otras voces, aunque desde lejos nos pareciera ser los rayos del Sinaí, era una buena noticia. Significaba que dentro de quienes podrían sentirse más indignados (la derecha), había división de pareceres.
A pesar de la memoria histórica que mantenía firmes los recuerdos de la guerra civil, en aquellos momentos yo no veía a Campillos, ni a Málaga, Andalucía y España atenazadas por el miedo. Lo que todo el mundo deseaba era un puesto de trabajo, libertad y felicidad. Nada de esvásticas ni mucho menos tener que volver con cara de garduña a las trincheras, al odio y a las hambres, porque todo se hubiese ido al garete.
Sobre la legalización del entonces PCE, a los historiadores aún les queda mucho por decir. ¿Qué supuso la cumbre de los partidos eurocomunistas celebrada en Madrid los días 2 y 3 de Marzo de 1977 a la que asistieron Georges Marchais y Enrico Berlinger junto a Santiago Carrillo? ¿Cómo influyó en el pensamiento y en el ánimo del Rey la entrevista que mantuvo en Mallorca con Ricardo de la Cierva en agosto de 1976? El padre de Ricardo de la Cierva era uno de los fusilados en Paracuellos, fusilamientos y atrocidad de la que se hacía responsable a Santiago Carrillo. Cuando el Rey Juan Carlos I, en aquel encuentro de Mallorca, le preguntó a Ricardo de la Cierva “¿qué hacemos con el partido comunista?”, se dice que el historiador y hagiógrafo de Franco le contestó: “¡Legalizarlo!, Señor. Sólo así conseguiremos desmitologizarlo”.
Eso mismo le había dicho Víctor Alba a Rodolfo Martín Villa en 1975 siendo gobernador civil de Barcelona. Víctor Alba militante del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), tachado de trotskista por el mismo camarada Stalin, encarcelado en tiempos del primer franquismo, exiliado a Francia, México y Estados Unidos, comiendo junto a Martín Villa, éste le hizo la misma pregunta que el Rey a Ricardo de la Cierva. ¿Qué se debía hacer con el PCE tras la muerte de Franco? Víctor Alba le contestó: “Legalizarlo”.
Pues eso fue lo que hizo Adolfo Suárez el Viernes Santo 9 de Abril de 1977. Una semana después, Santiago Carrillo, en reunión de urgencia del Comité Central del PCE, propuso y logró que se aprobara su propuesta por la que el Partido Comunista no sólo admitía la bandera de España, sino que además, en adelante, estaría presidiendo todos sus actos. No cabe duda alguna de que se trataba de un golpe de efecto. Al día siguiente, 15 de Abril de 1977 el Gobierno convocaba elecciones constituyentes y pocos días después regresaban a España Rafael Alberti y Federica Montseny, antigua dirigente de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo).
Santiago Carrillo y Adolfo Suárez se dan la mano. Gana ESPAÑA:
Conviene recordar que, mientras Suárez ultimaba su estrategia para legalizar al PCE, en España el terrorismo se reactiva. Si ETA en el verano de 1976 abría una cierta tregua, en Octubre volvía a reemprender acciones terroristas, y el Gobierno de Suárez se enfrentaba a un terrorismo de doble signo. A los secuestros de ETA, más el asesinato de Javier de Ibarra, se sumó un GRAPO que no sólo colocaba bombas, sino que además secuestró a dos importantes personalidades del régimen: Al Presidente del Consejo de Estado, José María de Oriol y Urquijo, y al teniente general Emilio Villaescusa, Presidente del Consejo Superior de Justicia Militar.
Los dos fueron liberados el 11 de Febrero de 1977, día de la Virgen de Lourdes, tras dos meses de secuestro, gracias a la espléndida acción del Comisario Conesa, un hombre con gran experiencia en el combate antiterrorista. Conesa consiguió detener al cabecilla del GRAPO Cerdán Calixto. A Cerdán Calixto le arrancó Conesa la dirección de Alcorcón donde estaba retenido Villaescusa, así como un teléfono de la calle Fidel, posible escondite donde podían tener a Oriol. Oriol ya no se encontraba allí, y, tras un durísimo interrogatorio, por fin Cerdán Calixto les dio la dirección de San Clodio, núm. 21 de Vallecas. Y allí se presentó la policía a por todas. Llamó a la puerta. Les abrió la mujer de Hierro Chomón, volviendo a cerrar la puerta de golpe, lo que ocasionó que a un agente se le disparara la pistola. Entraron y detuvieron al GRAPO Gil Araújo, encontrando a Antonio María de Oriol amordazado en una de las habitaciones. Era el día 11 de Febrero de 1977, día de la Virgen de Lourdes, a la que se había encomendado él y toda su familia.
Mientras duró este secuestro, un comando de ultraderecha asesinaba a seis personas, en un despacho laboralista de la calle Atocha de Madrid. De las seis personas, cinco eran abogados miembros del PCE.
Por último quiero reseñar que el 1 de Abril de 1977, ocho días antes del legalizar al PCE, el Gobierno de Adolfo Suárez publicó un Decreto-Ley por el que se disolvía la Secretaría General del Movimiento. A la semana eran descolgadas las Flechas y el Yugo de la fachada de aquel edificio en la calle Alcalá, núm. 44., así como de todos los edificios de Falange de toda España.
En Campillos (Málaga), eso (con todo el respeto), quiero decirles que yo lo había llevado a cabo catorce meses antes. Y pienso que esta gesta por mi parte, más el cambio respecto a las Lápidas de los Caídos, explica el que el Sr. D. Ildelfonso Felguera Herrera me haya borrado y silenciado en todos sus libros sobre Campillos. Para él nunca existió César, ni sus obras en favor del pueblo de Campillos:
El haber instaurado y dirigido a ASPROMANIS en el pueblo de Campillos y su comarca; el zanjar en dos mañanas todo lo relativo a Peñarrubia-Campillos; conseguir un nuevo Cuartel para la Guardia Civil; resolver el problema de colectores en San José Obrero para que la mierda no rebordase por aquí, por allá y por todas partes; cambiar las lápidas de los Caídos y su proclividad hacia una confraternización; que Campillos tuviera el orgullo de haber sido el primer pueblo de toda Andalucía en izar su bandera, lo que nadie había hecho "oficialmente" desde la Expo de Sevilla en 1929. Etc. Etc. Etc. NADA. Para el Sr. D. Ildelfonso Felguera Herrera, "historiador" (espeleólogo) sobre Campillos, César ni siquiera existió.
Esto que les estoy diciendo, pueden ustedes comprobarlo en unos cuantos lugares de las biografías tan exhaustivas que D. Ildelfonso nos viene ofreciendo. Como botón de muestra, pueden ustedes leer su última “amnesia”. La encontrarán ustedes en la página 339 de su obra: “DOCUMENTALIA. Una Ventana al Recuerdo”:
Al final de esta obra, les ofrezco a ustedes la prueba definitiva de por qué afirmo lo que afirmo.
3.- ELECCIONES GENERALES.
3. 1.- Comienzo de campaña.
Sin la pretensión de profundizar en el tema, voy a exponer las líneas y hechos básicos, en este abigarrado sprint para conseguir escaños. No quiero, por otra parte, referirme a ese “gran hermano” que se agazapa en todos estos acontecimientos: Quién ayuda a quién. Por supuesto que el capital siempre ayuda a quien ayuda al capital.
El día 15 de Abril se publica el Real Decreto 679/1977, por el que se convocan las Elecciones Generales para la Constitución del Congreso de Diputados y para el Senado: 350 escaños para el Congreso y 207 escaños para el Senado.
Luego habría que sumarle los senadores de designación Real.
Como en aquellos momentos, en España había casi cuatrocientas siglas, y ello haría un parlamento inviable, se adoptó la Ley D’Hondt.
Diré también para comenzar que la mayoría de los grupos políticos se plantearon la campaña electoral en base a un binomio: Franquismo- Antifranquismo / Franquismo- Neofranquismo.
Se contraponía orden a desorden. Estábamos en el umbral de la libertad. Daba comienzo la liturgia de la libertad. Y había que superar grandes pero también pequeños obstáculos.
En campaña electoral vale todo. No hay ética electoral. Digo ética, no derecho. Aquello que dijera Hitler a sus generales en agosto de 1939 (“Señores, cuando se empieza una guerra, lo que importa no es el derecho, sino la victoria”), lo pude comprobar yo en mis propias carnes, en mi campaña al Senado por el Distrito de Orense. Igual que en cualquier campaña publicitaria, aquí lo mismo; se trata de vender un producto, que no es pasta de dientes o sostenes, sino un líder.
¿Cómo? Primero hay un logotipo que se va grabando en las conciencias. El de Suárez era “Donust”; el de Felipe, el puño y la rosa. De “vender” a Suárez se ocupó Gustavo Pérez Puig; de Felipe, Pilar Miró. Suárez copaba todo el cartel: frente despejada, nariz firme, ojos y mirada que transmitían seguridad; una chispa de sex apell, pensando en el voto femenino. A Felipe González, lo primero era introducirlo en la conciencia de la clase obrera; la clase obrera debía sentir que Felipe era uno de los suyos; luego chaqueta de pana, camisas de cuadros simulando ser ropa de rebajas; sin rasurar, Felipe con una maleta en la estación (como tantos emigrantes); además unos carteles divinos de pintura Naïf, con estampas de gentes pacíficas en los parques habitados por rechonchas palomas, muchos árboles, edificios con cúpulas de color lapislázuli, cascadas de agua, ventanas que se abren para sanear todos los interiores…
Fraga en cambio escogió, como “leitmotiv” para sus carteles, una barca tranquila en el mar, cerca de la orilla, al atardecer; preciosa imagen de belleza y serenidad.
Luego venía la técnica realizada por pandillas de jóvenes artistas brocha en mano, colocando bocadillos, a López Rodó le ponían bigotito y lo convertían en Hitler.
3.2. El día 13 de Junio Fraga dio una conferencia en la Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Disertó sobre: “Una campaña electoral”. Describiendo a grandes rasgos la encrucijada histórica en la que se producían aquellas elecciones. Hizo especial referencia a los sucesos ocurridos desde 1973: Asesinato del Presidente de Gobierno Almirante Carrero Blanco. Comienzo de la segunda gran crisis económica mundial de 1974 (Crisis del petróleo). Fallecimiento de Franco (1975). Iniciación de los primeros Gobiernos de la Monarquía. Examinó las decisiones constitucionales y de técnica electoral (Ley de la Reforma Política, Ley Electoral). Analizó las Fuerzas políticas, los partidos, federaciones y coaliciones. Señaló la novedad total del panorama, sin que cupiera buscarle antecedentes en la situación anterior a 1936 (Era la primera vez que se iba a votar en libertad).
A pesar de algunas coincidencias de nombre, tan sólo en el Partido Comunista había identidad plena, incluso en cuanto a personas: Carrillo, la Pasionaria, Ignacio Gallego, etc.
3.3. 14 DE JUNIO: Día de Reflexión.
3. 4.- 15 DE JUNIO: Esto dijo la prensa y así hablaron las urnas.
A nivel mundial, reseñar dos noticias: 1ª) Ese día, Leónidas Breznief, hasta entonces Secretario General del Partido Comunista, es nombrado Presidente de la Unión Soviética; 2ª) En un hospital de Washington muere Von Braun, el padre de los cohetes V-1 y V-2, que posibilitaron que la Nasa llegase a la Luna.
En España, más de 6.000 candidatos optaban a los 350 escaños del Congreso. Y más de 1.500 a los 207 bancos del Senado.
Unos mil periodistas de todo el mundo siguieron al minuto el desarrollo electoral.
La Pasionaria no estaba en el censo. No pudo votar. Sin embargo era “elegible” sin ser “electora”.
LA PRENSA FRANCESA:
“Le Figaró” (conservador) decía que España tendría un parlamento estilo occidental.
“L’ Aurora” (de derechas) dedicaba especial atención a la situación en Cataluña y Vascongadas.
“Le Quotidien de París” (Independiente) presentaba la posición de los distintos partidos y publicaba los últimos sondeos.
“L’ Humanite” (comunista) describía el ambiente en Barcelona y reproducía fotos del mitin del P.C.E. en Torrelodones (Madrid) “Le Matin de París” subrayaba la moderación de la campaña electoral
OTRA PRENSA EXTRAJERA:
El “Washington Post” resaltaba el restablecimiento de la Democracia parlamentaria.
Toda la prensa italiana destacaba el entusiasmo socialista.
“Bien hecho, España”, titulaba el “The Times”.
El periódico portugués “Tempo” indicaba que España iba rumbo a la social democracia.
Para la prensa rusa lo más importante era la derrota de Alianza Popular.
Un nuevo mapa político:
Partido Número de votos Diputados
UCD ………… 6.310.166………………….. 166
PSOE…………. 5.371.866………………….. 118
PCE…………… 1.709.890………………….. 19
AP ……………..1.504.771………………….16
PDPC…………. 514.647………………….. 11
PNV…………… 296.193………………….. 8
PSP-US………… 216.582………………………. 6
UDC-IDCC……. 172.791………………………. 2
EC-FED…………. 143.954………………………. 1
EE……………….. 61.417……………………… 1
CAIC……………. 37.000……………………… 1
INDEP…………… 29.834……………………… 1
UCD Unión de Centro Democrático
PSOE Partido Socialista Obrero Español
PCE Partido Comunista de España
AP Federación de Partidos de Alianza Popular
PDPC Coalición Electoral Pacte Democràtic per Catalunya
PNV Eusko Alberdi Jeltzalea-Partido Nacionalista Vasco
PSP-US Partido Socialista Popular-Unión Socialista
UDC-IDCC Unió de Centre i de la Democràcia Cristiana de Catalunya
EC-FDE Coalición Electoral Ezquerra de Catalunya
EE Euskadiko Ezquerra
CAIC Candidatura Aragonesa Independiente de Centro
INDEP Agrupación Riojana Independiente.
Muchos exministros y destacados políticos quedaron excluidos del Congreso y Senado. Carlos Arias Navarro, que había sido alcalde de Madrid, Director General de Seguridad, Ministro de Gobernación y Presidente de Gobierno, no salió de Senador por Madrid. La revista “Posible” de Alfonso Sobrado Palomares (en la que, a don Carlos Arias Navarro, se le titula como “El carnicerito de Málaga”), más aquella imagen patética cuando a toda España le dijo “Españoles, Franco ha muerto”, quizás algo tuvieron que ver en su descalabro.
Aquella marcha iniciada el 20 de Noviembre de 1975, concluía el 15 de Junio de 1977. Si los resultados de unas elecciones no realizaban mágicamente todos los deseos, sí servían para conocer las tendencias por donde un país debía orientarse, porque en Democracia las urnas se convierten en luz. Además el poder de las urnas confería a la Democracia un severo orden de autoridad. Porque la fuente y fundamento del poder y del orden reside en el pueblo, no en la historia ni en magistraturas cesaristas.
CONCLUSIÓN: De entonces a hoy la renta per cápita de los españoles ha crecido seis o siete veces más. En cuarenta y pico de años han acontecido muchas cosas: Caída de un régimen totalitario, una Constitución que defiende la economía libre de mercado, un Estado de las autonomías, un Golpe de Estado, prestigio de España en Europa (por tres veces España presidencia en la Comunidad Europea), y ha resuelto bastante bien todos los escollos incluyendo el terrorismo. Luego no cualquier tiempo pasado fue mejor.
Sin embargo, algo se ha perdido entre la clase política: Aquel diálogo permanente. Y también la amistad personal entre los políticos de uno y otro frente.
DIPUTADOS Y SENADORES POR MÁLAGA el 15 de Junio de 1977:
DIPUTADOS AL CONGRESO
Rafael Ballesteros Durán (PSOE)
Carlos San Juan de la Rocha (PSOE)
Francisco Román Díaz (PSOE)
Ramón Germinal Bernal Soto (PSOE)
Francisco de la Torre Prado (UCD)
Ignacio Huelin Vallejo (UCD)
José García Pérez (UCD)
Tomás García García (P.C.)
SENADORES
Antonio García Duarte (C.I.)
Enrique Brinkmann (C.I.)
Braulio Muriel (C.I.)
Francisco Villodres (UCD)
IV FLASHBACK.
Diario de D. Federico Manzano Sancho:
13 de Septiembre de 1936:
Las Tropas del ejército al mando del general Varela entran en Campillos y nombran Alcalde a Tomás Palop Campos. Al entrar el ejército, gran parte de la población huyó atemorizada por la carretera de Peñarrubia, muriendo algunos en el tiroteo, entre ellos el ex alcalde Juan Durán Molina.
14 de Septiembre de 1.936:
Tío Juan Campos, tío Enrique, tía Juana, tía Concha y las cuñadas Dolores y Mercedes llegan a Granada horrorizadas y con las señales de su dolor por las muertes de sus esposos.
En este día los rojos intentan recuperar Campillos desde el Cortijo del Arquillo donde instalan un cañón y, amparados por los eucaliptos de la carretera, se aproximan bastante al pueblo, pero el fuego graneado del ejército les hace desistir después de dejar bastantes muertos en el llano. Al día siguiente hay que enterrarlos y quedan como comandante militar de la Plaza un Sargento de la Guardia Civil con una bandera de Falange.
17 de Septiembre de 1936:
Voy en tren hasta Antequera y de aquí a Campillos en un camión de militares incorporándome a la escuela.
Da susto ver el pueblo, con tan poca gente, casas abandonadas, abiertas puertas y ventanas dando portazos con el aire, los perros ladrando, buscando a sus amos, sin luz porque la han cortado desde el Chorro. ¡Un horror!
De mi casa y de la de tía Juana se han llevado todo lo que han podido, ropas, comida, cubiertos, vajilla, chismes de cocina, colchones, relojes, etc. En mi armario todo alborotado, libros, papeles y la falta del Planímetro y compás de reducción; menos mal que el Taquímetro y las miras están en la Cámara y no lo han visto. Entre rojos y moros me lo han desvalijado todo, pero gracias a Dios que me han dejado lo más importante y que más aprecio, ¡“El Corazón de Jesús”!, no así el de tía Juana que lo han destrozado y hubo de comprar otro.
18 de Septiembre de 1.936:
Desde la ventana del cuarto de la escalera, oigo el tiroteo y veo los aeroplanos que evolucionan en un ataque sobre Govantes que aún está en poder rojo.
19 de Septiembre de 1.936:
A mi padre el movimiento le coge en Málaga, y aunque él suele ir al “PAY PAY” en calle Larios, nadie se mete con él. Sin embargo, hoy lo detiene el “Cucharero”, obrero de Campillos (que luego también me sirvió algunas veces). No hay más explicación de que lo amenazan para que me escriba instándome a que me pase a Málaga, con falsas promesas, y como se habrá negado, muere tal día como hoy, según supe después.
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CÉSAR RODRÍGUEZ DOCAMPO.
LA TRANSICIÓN EN CAMPILLOS (MÁLAGA), TRAS LA MUERTE DE FRANCO.
Recuerdos de quien fue el primer alcalde elegido a votos después de la muerte de Franco.